Empezamos abril con unas declaraciones que ahondan en la
revisión de las bases jurídicas de los estados democráticos: “El presidente de
la Comunidad Autónoma de Madrid aboga por vetar la publicación de fotos como
las de Feijoo”.
Lo
más interesante es cómo el propio medio de comunicación usa el término que
interesadamente había utilizado el Sr. González, “vetar”, para encajar su
propuesta dentro de la terminología legal (derecho de veto). No es una
casualidad que escogiera ese verbo y no el más adecuado al sentido real de sus
palabras, "censurar". Lamentablemente, el medio de comunicación fue incapaz de
comprender la diferencia entre ambos términos y, como ya es habitual, se
mantuvo en el análisis superficial que, desde sus inicios, es propio del periodismo.
Unos
días más tarde, un estudio informaba de que “El 83% de los españoles es dueño de
su vivienda, solo por detrás de Eslovaquia”. Hasta hace poco, tal afirmación no
hubiese preocupado excesivamente a nadie. Se hubiese hablado acerca de nuestra
mentalidad, tan diferente de la del resto de Europa, que tendía a la compra, en
vez de al arrendamiento, etc. Pero a estas alturas la lectura de este mismo
titular es muy diferente:
Por
una parte, ya todos sabemos que esa supuesta idiosincrasia no era tal. En la
aparente cultura de la propiedad intervenían factores externos totalmente
determinantes. El mercado de la vivienda era un mercado completamente dirigido
hacia la compra: una fiscalidad favorable (y desfavorable al alquiler); una normativa
legal que hiper-protegía el sistema hipotecario en beneficio del acreedor; un contexto legal que perjudicaba el arrendamiento; unas políticas públicas de
construcción de vivienda para venta bajo distintos sistemas de promoción
pública; y un largo etc. Y ahora todos sabemos los porqués de todo este enorme
tinglado financiero…
Por
otra parte, tal cantidad de propietarios encadenados a un hipoteca augura un
futuro de empobrecimiento sistémico y falta de alternativas. Entre afrontar
nuevos retos que supongan alternativas reales a la situación y pagar la
hipoteca para no encontrarnos con un desahucio y una deuda impagable, casi todo
el mundo tendrá que optar por esta segunda alternativa, renunciando a otras
posibilidades, con lo que ello implica.
Después de que la Junta de Andalucía hubiese anunciado que
aprobaría una ley para expropiar viviendas pertenecientes a los bancos, el PP mostró su total rechazo con frases como que “la Propiedad Privada es un derecho
sagrado”. Muchos niveles de lectura se pueden hacer ante semejante declaración:
El primero: el trasnochado iusnaturalismo que encierra semejante
discurso, propio de alguien que de Kelsen no conoce ni el nombre (Hans, Sr.
González, Hans).
El segundo: Expropiar terrenos con dinero público para hacer
Eurovegas, sí, pero para que el estado tenga alguna función de protección de
los ciudadanos que pagan los impuestos con los que se mantiene el propio estado
(y con los que se haría Eurovegas), no.
Y el tercero: Chipre. Ya lo hemos dicho en post anteriores.
Confiscan los ahorros de los ciudadanos los mismos que hablan del sagrado
derecho de propiedad (debe de ser que el tal derecho es sagrado en función de
en qué bolsillo se quiere meter la mano…).
La
tramitación de la ley de matrimonio homosexual en Francia, durante los últimos
meses, produjo enormes enfrentamientos entre aquellos que estaban a favor y
aquellos que estaban en contra. Muchos de esos enfrentamientos acabaron con
palizas a homosexuales. Casi todos los discursos se centraron en la homofobia y
la vuelta de la ultraderecha en Francia como factores relevantes, pero hay una
lectura mucho más compleja que esos lugares comunes:
Se están
insertando verbalmente códigos éticos basados en la supervivencia individual.
Que cada uno se arregle su vida a costa o contra los demás. Surgimiento de
facciones en el seno de las sociedades como forma de vida. La lucha entre los
que no tienen casi nada por las migajas que caen desde arriba. 15.000
candidatos para un mismo puesto de trabajo que serán sometidos a métodos de
selección de personal basados en la eliminación del adversario: el puesto lo
consigue el más despiadado. Esto desemboca en que cada derecho se vive como un
privilegio, un espacio de seguridad y supervivencia ganado al "otro".
En este caso, el “otro” que se ve amenazado es el heterosexual que pierde una
cierta ventaja jurídica a favor de un colectivo distinto que la adquiere. Ni
homofobia ni ultraderecha: puro ciberpunk: masas sumidas en la precariedad
enfrentándose entre ellas por mantener sus pequeñas ventajas...
Más oligopolios: Enrique García Candelas,
director general de banca comercial del Santander, declara a finales de abril
que “Va a haber una concentración brutal (de bancos) en dos o tres años. Será una oportunidad clara para ganar más dinero”. Al final de ese periodo, entre
BBVA, Caixabank y Santander tendrán el 70% del mercado bancario español, prevé.
¿Dónde está aquello de la competencia? ¿No es cada vez más evidente que el
capitalismo de la libre y variada competencia está desapareciendo?
“Amputarse una mano para cobrar 2,1 millones de 11 aseguradoras”. Ceder integridad física
a cambio de vivir… Esto llegará a ser habitual, aunque a medida que pase el
tiempo cada amputación valdrá menos…
“Desde
hace años (empezó en los 70) se está diciendo que el sistema de pensiones tal y
como está estructurado en las economías en que existe es insostenible. Empezó
como un murmullo, ahora es una avalancha…
Recordemos:
las pensiones de jubilación fueron puestas en marcha: a) para comprar paz
social, b) para que cuando una persona no pudiese seguir trabajando su consumo
no se hundiese, y c) para comprar votos: por edad todas las personas jubiladas
pueden votar. Hoy no hay que comprar ninguna paz social, tan sólo hay que
mantener el orden público; tampoco se busca que todo el mundo consuma de todo:
ya se ha asumido que el ritmo de consumo que se llevaba es insostenible; y
tampoco hace ya falta que toda la ciudadanía vote: ahora llegan unos papeles
denominados memorándums desde el piso 17 de una torre situada en alguna ciudad
del Norte y hay que hacer lo que dicen esos papeles: sí o sí. Es decir, las
pensiones, su filosofía ya han dejado de ser necesarias, y sí: eso se enmarca
en esa tendencia hacia la reducción de la clase media en la que estamos
metidos; y también: menos pensión va a suponer penurias para las ancianitas y
ancianitos, mala suerte para ellos.
Como
decía el tema ha llegado a España con fuerza, y ha llegado con fuerza porque lo
pone unos de los papeles que desde el piso 17 han llegado a España…
¿Qué
va a pasar con las pensiones? En un texto publicado en El País ayer en la Pág.
28 se dan pistas muy claras. En el año 2011 en España se gastaron en pensiones
contributivas 100 mM€; bien, pues hay que montar un sistema para que esa
cantidad baje debido a que la recaudación va a caer… por lo que al margen de
cosas varias como desligar del IPC la evolución de las pensiones y aumentar los
años de cotización, han sido inventados dos instrumentos geniales para
reducirlas: 1) que las actuaciones que sobre las pensiones se hagan afecten
también a las actuales y no sólo a las futuras, y 2) el factor de
sostenibilidad, el Factor S…
¿Qué
es el Factor S? Pues es un coeficiente complejo en el que pueden contemplarse
muchas cosas, como la relación entre cotizantes e ingresos, pero en el que
puede considerarse una que es la madre de todas las cosas que pueden
considerarse: el crecimiento económico: en el límite: disminuye el PIB, lo
hacen las pensiones; aumenta el PIB, … se mantienen las pensiones….
El
escenario de las próximas décadas, en consecuencia, es una población
empobrecida porque el desempleo estructural será muy elevado, bajas las
remuneraciones medias debido a que la demanda de trabajo será escasa por lo que
recaudaciones fiscales y sociales serán reducidas y los servicios públicos
escasos y las pensiones…
En
USA ya hay personas que se están desjubilando porque no pueden vivir con lo que
ingresan sumando su pensión más los rendimientos de sus planes de pensiones.
Pienso que vamos hacia un escenario en el fondo parecido: personas que no
podrán jubilarse nunca porque su renta no se lo permitirá (junto a otras que
estarán siempre semijubiladas porque serán muy parcialmente necesarias);
percibiendo pensiones públicas decrecientes y debiendo confiar en trabajillos
que vayan haciendo... Más privaciones, en definitiva…
(Por
cierto, pienso que algo vendrá a ayudar al tema de las pensiones: la tasa de
mortalidad. A medida que el modelo de protección social se vaya reduciendo la
esperanza de vida caerá: a medida que lo hagan las pensiones la tasa de
mortalidad crecerá).”
“120 expertos mundiales alertan del precio de las terapias contra el cáncer”. Es
decir, los tratamientos son muy caros, y no se puede sostener el ritmo de
consumo actual, al menos no a estos precios. Por lo tanto, a ver cuántos se lo
pueden pagar en un futuro…
Casi al mismo tiempo que la noticia anterior, voz_populi publica el siguiente artículo:
“Porsche sigue imparable en la crisis: ganará más de mil millones este año”.
¿De nuevo Warren Buffet? ¿Pueden negarse estas
brechas económicas? ¿Se pueden defender discursos basados en que hay escasez de
dinero para justificar el actual reparto de cargas económicas?
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