lunes, 8 de julio de 2013

Hacia el Cyberpunk (IV)


Empezamos abril con unas declaraciones que ahondan en la revisión de las bases jurídicas de los estados democráticos: “El presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid aboga por vetar la publicación de fotos como las de Feijoo”.
Lo más interesante es cómo el propio medio de comunicación usa el término que interesadamente había utilizado el Sr. González, “vetar”, para encajar su propuesta dentro de la terminología legal (derecho de veto). No es una casualidad que escogiera ese verbo y no el más adecuado al sentido real de sus palabras, "censurar". Lamentablemente, el medio de comunicación fue incapaz de comprender la diferencia entre ambos términos y, como ya es habitual, se mantuvo en el análisis superficial que, desde sus inicios, es propio del periodismo.

Unos días más tarde, un estudio informaba de que “El 83% de los españoles es dueño de su vivienda, solo por detrás de Eslovaquia”. Hasta hace poco, tal afirmación no hubiese preocupado excesivamente a nadie. Se hubiese hablado acerca de nuestra mentalidad, tan diferente de la del resto de Europa, que tendía a la compra, en vez de al arrendamiento, etc. Pero a estas alturas la lectura de este mismo titular es muy diferente:
Por una parte, ya todos sabemos que esa supuesta idiosincrasia no era tal. En la aparente cultura de la propiedad intervenían factores externos totalmente determinantes. El mercado de la vivienda era un mercado completamente dirigido hacia la compra: una fiscalidad favorable (y desfavorable al alquiler); una normativa legal que hiper-protegía el sistema hipotecario en beneficio del acreedor; un contexto legal que perjudicaba el arrendamiento; unas políticas públicas de construcción de vivienda para venta bajo distintos sistemas de promoción pública; y un largo etc. Y ahora todos sabemos los porqués de todo este enorme tinglado financiero…
Por otra parte, tal cantidad de propietarios encadenados a un hipoteca augura un futuro de empobrecimiento sistémico y falta de alternativas. Entre afrontar nuevos retos que supongan alternativas reales a la situación y pagar la hipoteca para no encontrarnos con un desahucio y una deuda impagable, casi todo el mundo tendrá que optar por esta segunda alternativa, renunciando a otras posibilidades, con lo que ello implica.

Después de que la Junta de Andalucía hubiese anunciado que aprobaría una ley para expropiar viviendas pertenecientes a los bancos, el PP mostró su total rechazo con frases como que “la Propiedad Privada es un derecho sagrado”. Muchos niveles de lectura se pueden hacer ante semejante declaración:
El primero: el trasnochado iusnaturalismo que encierra semejante discurso, propio de alguien que de Kelsen no conoce ni el nombre (Hans, Sr. González, Hans).
El segundo: Expropiar terrenos con dinero público para hacer Eurovegas, sí, pero para que el estado tenga alguna función de protección de los ciudadanos que pagan los impuestos con los que se mantiene el propio estado (y con los que se haría Eurovegas), no.
Y el tercero: Chipre. Ya lo hemos dicho en post anteriores. Confiscan los ahorros de los ciudadanos los mismos que hablan del sagrado derecho de propiedad (debe de ser que el tal derecho es sagrado en función de en qué bolsillo se quiere meter la mano…).

La tramitación de la ley de matrimonio homosexual en Francia, durante los últimos meses, produjo enormes enfrentamientos entre aquellos que estaban a favor y aquellos que estaban en contra. Muchos de esos enfrentamientos acabaron con palizas a homosexuales. Casi todos los discursos se centraron en la homofobia y la vuelta de la ultraderecha en Francia como factores relevantes, pero hay una lectura mucho más compleja que esos lugares comunes:
Se están insertando verbalmente códigos éticos basados en la supervivencia individual. Que cada uno se arregle su vida a costa o contra los demás. Surgimiento de facciones en el seno de las sociedades como forma de vida. La lucha entre los que no tienen casi nada por las migajas que caen desde arriba. 15.000 candidatos para un mismo puesto de trabajo que serán sometidos a métodos de selección de personal basados en la eliminación del adversario: el puesto lo consigue el más despiadado. Esto desemboca en que cada derecho se vive como un privilegio, un espacio de seguridad y supervivencia ganado al "otro". En este caso, el “otro” que se ve amenazado es el heterosexual que pierde una cierta ventaja jurídica a favor de un colectivo distinto que la adquiere. Ni homofobia ni ultraderecha: puro ciberpunk: masas sumidas en la precariedad enfrentándose entre ellas por mantener sus pequeñas ventajas...

Más oligopolios: Enrique García Candelas, director general de banca comercial del Santander, declara a finales de abril que “Va a haber una concentración brutal (de bancos) en dos o tres años. Será una oportunidad clara para ganar más dinero”. Al final de ese periodo, entre BBVA, Caixabank y Santander tendrán el 70% del mercado bancario español, prevé. ¿Dónde está aquello de la competencia? ¿No es cada vez más evidente que el capitalismo de la libre y variada competencia está desapareciendo?

“Amputarse una mano para cobrar 2,1 millones de 11 aseguradoras”. Ceder integridad física a cambio de vivir… Esto llegará a ser habitual, aunque a medida que pase el tiempo cada amputación valdrá menos…

“Desde hace años (empezó en los 70) se está diciendo que el sistema de pensiones tal y como está estructurado en las economías en que existe es insostenible. Empezó como un murmullo, ahora es una avalancha…
Recordemos: las pensiones de jubilación fueron puestas en marcha: a) para comprar paz social, b) para que cuando una persona no pudiese seguir trabajando su consumo no se hundiese, y c) para comprar votos: por edad todas las personas jubiladas pueden votar. Hoy no hay que comprar ninguna paz social, tan sólo hay que mantener el orden público; tampoco se busca que todo el mundo consuma de todo: ya se ha asumido que el ritmo de consumo que se llevaba es insostenible; y tampoco hace ya falta que toda la ciudadanía vote: ahora llegan unos papeles denominados memorándums desde el piso 17 de una torre situada en alguna ciudad del Norte y hay que hacer lo que dicen esos papeles: sí o sí. Es decir, las pensiones, su filosofía ya han dejado de ser necesarias, y sí: eso se enmarca en esa tendencia hacia la reducción de la clase media en la que estamos metidos; y también: menos pensión va a suponer penurias para las ancianitas y ancianitos, mala suerte para ellos.
Como decía el tema ha llegado a España con fuerza, y ha llegado con fuerza porque lo pone unos de los papeles que desde el piso 17 han llegado a España…
¿Qué va a pasar con las pensiones? En un texto publicado en El País ayer en la Pág. 28 se dan pistas muy claras. En el año 2011 en España se gastaron en pensiones contributivas 100 mM€; bien, pues hay que montar un sistema para que esa cantidad baje debido a que la recaudación va a caer… por lo que al margen de cosas varias como desligar del IPC la evolución de las pensiones y aumentar los años de cotización,  han sido inventados dos instrumentos geniales para reducirlas: 1) que las actuaciones que sobre las pensiones se hagan afecten también a las actuales y no sólo a las futuras, y 2) el factor de sostenibilidad, el Factor S…
¿Qué es el Factor S? Pues es un coeficiente complejo en el que pueden contemplarse muchas cosas, como la relación entre cotizantes e ingresos, pero en el que puede considerarse una que es la madre de todas las cosas que pueden considerarse: el crecimiento económico: en el límite: disminuye el PIB, lo hacen las pensiones; aumenta el PIB, … se mantienen las pensiones….
El escenario de las próximas décadas, en consecuencia, es una población empobrecida porque el desempleo estructural será muy elevado, bajas las remuneraciones medias debido a que la demanda de trabajo será escasa por lo que recaudaciones fiscales y sociales serán reducidas y los servicios públicos escasos y las pensiones…
En USA ya hay personas que se están desjubilando porque no pueden vivir con lo que ingresan sumando su pensión más los rendimientos de sus planes de pensiones. Pienso que vamos hacia un escenario en el fondo parecido: personas que no podrán jubilarse nunca porque su renta no se lo permitirá (junto a otras que estarán siempre semijubiladas porque serán muy parcialmente necesarias); percibiendo pensiones públicas decrecientes y debiendo confiar en trabajillos que vayan haciendo... Más privaciones, en definitiva…
(Por cierto, pienso que algo vendrá a ayudar al tema de las pensiones: la tasa de mortalidad. A medida que el modelo de protección social se vaya reduciendo la esperanza de vida caerá: a medida que lo hagan las pensiones la tasa de mortalidad crecerá).”

“120 expertos mundiales alertan del precio de las terapias contra el cáncer”. Es decir, los tratamientos son muy caros, y no se puede sostener el ritmo de consumo actual, al menos no a estos precios. Por lo tanto, a ver cuántos se lo pueden pagar en un futuro…

Casi al mismo tiempo que la noticia anterior, voz_populi publica el siguiente artículo: “Porsche sigue imparable en la crisis: ganará más de mil millones este año”.
¿De nuevo Warren Buffet? ¿Pueden negarse estas brechas económicas? ¿Se pueden defender discursos basados en que hay escasez de dinero para justificar el actual reparto de cargas económicas?

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