lunes, 17 de junio de 2013

Hacia el Cyberpunk (I)


Los que seguís este Blog ya sabéis que el post de la semana pasada sirve de introducción a la serie de entradas que comienza con ésta. Sólo dentro del contexto de esa introducción (que se remite a otros post anteriores) es posible comprender el verdadero sentido de la sucesión de acontecimientos que a partir de ahora repasaremos.

Remontémonos a un momento significativo: agosto de 2012. No es el comienzo de nada, y mucho menos de esta deriva hacia un futuro propio de novela cyberpunk, pero sí es lo suficientemente próximo y significativo como para permitir que nos demos cuenta de la importancia de ciertas transformaciones.
En una manifestación en Sudáfrica, la policía mata a más de treinta personas. No se trata de un acto de guerra, sino del resultado de cómo fue disuelta: dispararon a discreción contra los manifestantes, trabajadores de una mina.

Unos días más tarde, la noticia era que la fiscalía pretendía acusar a 270 de los manifestantes por la muerte de sus compañeros, sobre la base de una ley de la época del Apartheid: “En una situación en la que hay sospechosos que se enfrentan o atacan a miembros de la policía y hay un tiroteo (que resulta) en la muerte de agentes o de los propios sospechosos, aquellos que son arrestados son acusados (de asesinato)”, declaró un portavoz de la Fiscalía. Durante el apartheid, que finalizó en 1994, el Gobierno usaba esta doctrina, llamada “de objetivo común”, para poder procesar judicialmente a líderes del movimiento antiapartheid incluso cuando no habían participado en acciones de sabotaje o en atentados llevados a cabo por sus grupos.”
Ergo: la culpa era de los manifestantes por obligar a la policía a disparar a sus compañeros… si no hubiese habido manifestación, no habría sido necesario matar a nadie... ¿Es necesario ahondar más en la lógica totalitaria de semejante concepción de la legitimidad del estado para usar una fuerza coercitiva extrema en función de sus intereses? Y no es algo que suceda en un país no democrático, sino dentro de un estado de corte occidental (racismo incluido).

¿Cuál es la situación diferencial que justifica estas medidas? ¿Por qué se vuelve ahora a métodos propios de sistemas dictatoriales? ¿Qué es lo que ha cambiado? ¿Por qué se aprueban mecanismos para aumentar y legitimar el poder de coacción del estado? El único hecho significativo ocurrido en los últimos años es esta crisis global (y sus raíces, claro). ¿Por medio de qué razonamiento se llega a la conclusión de que en un momento de desmoronamiento económico como el actual han de aplicarse sistemas represores como éstos?
¿Es que ya se prevé que la violencia que teóricamente había sido delegada en el Estado va a ser ejercida contra los propios delegantes? ¿Skynet, volviéndose consciente de su propia existencia, adopta medidas para exterminar a sus creadores? ¿O es que los mecanismos estatales están siendo reenfocados en función de los mismos intereses que (lo habíamos olvidado) muy probablemente motivaron su propia existencia como sistema de convivencia?

¿Paro en crecimiento en todo el mundo y se contrata a personas privadas de libertad? ¿Y qué motiva a estos presidiarios a trabajar? ¿Quizás, que sus familias carecen de recursos y es preferible trabajar por un salario misérrimo? ¿O es a cambio de beneficios penitenciarios? ¿Trabajos semiforzados, inducidos? ¿Somos conscientes de lo equiparable que es esto a las condiciones de trabajo de las industrias de finales del siglo XIX, principios del XX?

Pero a la vez que el Estado concentra sus esfuerzos económicos en tomar lo que parecen medidas de autoprotección, comienzan a aparecer procesos de autogestión ciudadana: 

Habitantes de pedanías andaluzas empiezan a ocuparse personalmente de limpiar y cuidar las vías y los jardines públicos. A falta de capacidad de sus ayuntamientos para sufragar unos gastos tan elementales, son los propios ciudadanos los que mantienen los servicios comunes. El repliegue sobre sí misma de la estructura estatal tiene como consecuencia primera la desatención de los lugares más remotos y menos conflictiva y económicamente relevantes.

Grupos de  jornaleros comienzan las invasiones periódicas de fincas subexplotadas. Y las FOP actúan en sentido contrario con las expulsiones periódicas de los ocupantes, en aras de la defensa del derecho de propiedad (sí, ese mismo derecho completamente violado posteriormente por el corralito acordado en Chipre, lo que en puridad es una confiscación de bienes; medida, de nuevo, propia de estados totalitarios). De momento, casi sin violencia tanto lo uno como lo otro. De momento…

¿No es paradójico que quien corre gracias a la tecnología se queje de la mejor tecnología ajena?
¿Cuánto tiempo tardaremos en ver y aceptar a atletas insertados con prótesis para mejorar el rendimiento, o con alteraciones genéticas voluntarias para aumentar capacidades físicas de toda índole? ¿Acaso es muy distinto a lo que ya ocurre con algunos atletas paralímpicos o a lo que sucede en las ligas profesionales americanas, donde se aceptan todo tipo de sustancias dopantes siempre que sean legales?

Tras la emisión de una película haciendo burla de Mahoma, unos fanáticos Libios asaltan la embajada de EEUU y matan al embajador… Quizás lo más grave fue que se consideró públicamente corresponsables del asesinato a los autores de la película, quienes tuvieron que pedir disculpas por lo que habían hecho, como si su burla fuese equiparable al asesinato cometido en represalia. Desde hace años (y muy especialmente desde los atentados del 11S en EEUU) el fanatismo (todo tipo de fanatismo) está devorando el terreno de la libertad de expresión. En todos los ámbitos de relación social, se van imponiendo progresivamente una serie de normas morales que regulan nuestro vocabulario, que reconstruyen los idiomas con la excusa del respeto al “otro”, a la diferencia, sin que nos percatemos de la homogenización que se deriva de semejante imposición verbal. Lo diferente desaparece cuando no puede ser expresado más que por la eliminación de toda diferencia.

En ese mismo mes de septiembre, el ministro De Guindos anunciaba que si España no crecía durante los meses siguientes no sería posible mantener las prestaciones. Y todos sabíamos que no íbamos a crecer... Las prestaciones sociales han continuado recortándose sistemáticamente: del recorte de las prestaciones por desempleo al actual proceso de precarización de las pensiones de jubilación.
¿Pasará mucho tiempo hasta que la protección pública, estatal, sea sustituida por la que ofrezcan las propias empresas?
De hecho, en Alemania ya se ha hecho general que los jubilados necesiten de un minijob para sobrevivir porque su pensión, después de décadas de cotización, es tan escasa que apenas si alcanza para los gastos fijos mínimos.
Se habla mucho del negocio que las entidades financieras esconden bajo el proceso de bajada sistemática de las pensiones, pero lo importante a mi juicio es: ¿en qué posición quedaría un ciudadano que pasase a depender de la empresa para la que trabaje ya no sólo mientras reciba un salario, sino también cuando haya de recibir una prestación por desempleo o una pensión de jubilación, que al fin y al cabo le sería abonada (y controlada) por una entidad privada?

(Continuará en el próximo post…)

3 comentarios:

  1. Yo más bien tengo la sensación de que llevamos mucho tiempo votando más que a gobernantes a los intermediarios entre el pueblo y las empresas (que hace mucho que acaparan silenciosamente el poder), lo que ocurre es que ahora lo empezamos a ver claro....
    Y todas esas medidas represivas responden a su miedo a que dejemos de tener miedo, porque ese día será cuando no tengamos nada que perder y no hay nada más peligroso.
    El caso es que cada vez que me paro a pensar termino encontrando más sentido a la maldición china: "Ojalá te toque vivir tiempos interesantes"

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  2. Éste es un buen momento para leer la obra de autores como Sterling o Gibson... Y asustarse de lo cercano que parece todo lo que cuentan!

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  3. Uff, no sé si estaré preparada....estoy leyendo "1984" (que inexplicable e injustificablemente no la había leído aún) y me dan escalofríos....

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